Se acerca el día 6 de enero y con el Los Reyes Magos, de todas las navidades este es el día que mas me gusta, levantarte, abrir los regalos y para desayunar un chocolate a la taza acompañado de un pedazo de Roscón de Reyes, mi preferido es el relleno de nata ¿y el vuestro? Hoy os enseño ha hacerlo, su elaboración no es muy complicada pero si larga por el tiempo de fermentación que necesita.
INGREDIENTES
Para un roscón de unos 30cm, unas 12 raciones
Para la masa madre
90gr Harina Fuerte
50ml Leche
2gr Levadura fresca
Para la masa
140gr Masa Madre
10gr Levadura Fresca
340gr Harina Fuerte
120gr Huevos
60gr mantequilla
70gr Azúcar
30ml Ron
25ml Agua de Azahar
65ml Leche
Piel de naranja y Limón
Un Palo de Canela
Rayadura de un Limón
Una pizca de Sal
Para la decoración y Acabado
1 Huevo
Un haba seca
Figurita sorpresa
Fruta confitada o escarchada
Guindas
Almendra Laminada (opcional)
Chips de chocolate (opcional)
2c.s. Azúcar
ELABORACIÓN
Lo primero es elaborar la masa madre mezclando todos lo ingredientes de esta, harina fuerte, leche y levadura fresca, ponemos en un bol y lo cubrimos con film dejándolo reposar un mínimo de 3 horas, la primera hora a temperatura ambiente, el resto en la nevera. también lo podéis hacer la víspera. veréis que su tamaño aumenta.
Antes de comenzar con la masa de roscón hay que infusionar la leche junto con el ron, el agua de azahar, la piel de naranja y limón y la canela. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. Lo colamos y reservamos.
Empezamos con la masa, ponemos en el bol de la batidora, con el gancho de amasar, el harina, la masa madre, la levadura, el azúcar, la pizca de sal y los huevos, mezclamos un poco y el incorporamos la leche infusionada y la rayadura de limón. Amasamos bien hasta que se forme una bola.
En este punto le incorporamos la mantequilla cortada en dados y bien fría y amasamos unos 10 minutos, al principio veremos que se vuelve a quedar muy pegajosa la masa pero a medida que vayamos amasando se ira integrando, no añadáis harina de mas, llegará un momento en que deje de estar pegajosa. A mi me gusta acabar el amasado a mano. También podéis hacer todo el proceso a mano, pero es bastante costoso y tendríais que estar amasando mucho rato. Sabremos que el amasado es suficiente cuando al hacer una bola se quede una superficie completamente lisa y elástica, en este punto la ponemos en un bol, que cubriremos con un trapo o film y la dejaremos fermentar unas 2 horas a temperatura ambiente. La masa tiene que doblar su tamaño, el tiempo dependerá de la temperatura ambiente que tengamos, a mas temperatura menor tiempo de fermentación.
Transcurrido el tiempo de fermentación, le damos un ligero amasado y lo dejamos reposar 15 minutos. A continuación, boleamos la masa y con el dedo, hacemos un agujero en el centro de esta que procederemos a estirar con ambas manos dándole forma uniforme a rosco.
Es el momento de meterle la sorpresa y el haba, por la parte de abajo del rosco, las introducimos en puntos diferentes y plegamos para que no se vean.
Disponemos el rosco sobre una bandeja de horno con papel y lo pintamos con el huevo batido. Lo vamos ha dejar fermentar entre una hora y media y dos, en el horno apagado, que habremos templado un poco a unos 30ºC. Nuevamente tendrá que doblar su tamaño.
Una vez fermentado, volvemos a pintar con el huevo y decoramos con las frutas, guindas...y con las 2 cucharadas de azúcar a las que habremos añadido unas gotas de agua para que se formen pequeños terrones que después del horneado quedaran crujientes.
Llego el momento de hornear a 180ºC con el horno precalentado, entre 15 y 20 minutos, estar al loro porque se hace enseguida y se puede quemar con facilidad. Dejamos enfriar sobre rejilla.
Por fin después de este largo proceso ya esta listo para degustar, merece la pena la espera y el trabajo. También podéis rellenarlo cuando este completamente frió, con nata, crema pastelera, trufa... lo que mas os guste.
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